De Woody Allen (1983)
Domingos de octubre: Inocente palomita
A las 21 hs. en Matienzo 2424 y Av. Cabildo. Entrada $6
Esto pasó de verdad. En la década del veinte vivió un hombre tan inseguro que para caer bien a los demás era capaz de sufrir una metamorfosis súbita que lo cambiaba físicamente según el contexto. Cinco minutos con una banda de jazz lo convertían en un negro trompetista; tres minutos al lado de un irlandés hacían crecerle una barba roja y pollera a cuadros. Leonard Zelig fue bautizado el Camaleón Humano, recorrió el mundo y fue estudiado por los más eminentes psicólogos. Claro que en el proceso él se mimetizaba en un psicólogo más y aseguraba haber discutido con Freud sobre la envidia del pene (“Freud creía que debía limitarse a las mujeres”). También fue doctor, nazi, beisbolista, músico y más. El Ku Klux Klan lo veía como una triple amenaza: un judío que podía transformarse en indio o negro. Las imágenes no mienten: Zelig fue real.