PESCADOR DE ILUSIONES
De Terry Gilliam
Terry
Gilliam pelea en el lote de los que merecen una foto en mi pared. Mi pared no
es tan grande, pero el señor tiene con qué. Ser un Monty Python ya es decir
mucho. Después marcó mi infancia con el Barón Munchousen, y siguió sumando con
Brazil, 12 monos, Pánico y locura en las Vegas… Es un Quijote del que me
gustaría proyectar su filmografía entera, por eso cada tanto me doy el gusto.
Pescador
de ilusiones, tengo la impresión, no está lo suficientemente vista. Los
críticos dirán que es imperfecta. Yo no soy crítico y digo que tiene magia,
aventuras, a Jeff Bridges (¡cómo lo quiero!) y Robin Williams, tan amado/odiado
como Jim Carrey (¿a cuál le pegarías una trompada? ¡votá!). ¿De qué va la cinta?
Un falso Howard Stern (¿la traducción sería Pergolini?) dice en la radio hay que matarlos a todos, vieja. Un loco
le hace caso y deja chapa a Robin, al matarle la esposa. Tiempo después, el ex
conductor depre, culpa mediante, se hace amigo de Robin y lo sigue en su
búsqueda del Santo Grial. Ah, en el medio hay dos lindas historias de amor y
unas cuántas escenas para postear en el Facebook.