AALRTA
De Gustave de Kervern y Benoit Delépine
A un tipo se la caga la vida por llegar tarde. Decide descargarse con el gordo del tractor que no lo dejó pasar en la ruta. Mano va, mano viene, se les cae el tractor encima en el medio del campo y quedan los dos paralíticos. ¡Qué comedión!
Y lo es, porque en el road
trip en silla de ruedas de estos dos discapacitados en busca de la platita que
aplaque su bronca hay humor negro, blanco y negro, y dos directores franceses
primos de Rejtman, Kaurismaki, Jarmusch, Carver y otros autores que saben llegar
siempre tarde para irse temprano sin dar explicaciones. Así deben ser las
escenas, según mi amigo Jovic (alter ego: Grosman). Yo lo pensé y sentí que
tenía razón, pero no pude decírselo: ya se había ido.