HISTORIAS DE ORDINARIA LOCURA
De Marco Ferrari
De Marco Ferrari
Con
sólo ver la escena inicial –con el poeta borracho recitando: los gatos tienen más estilo que muchos
hombres-, alcanza para querer leer todo lo que haya al alcance de Charles
Bukowski. Un escritor del que no conviene tragarlo de un bocado. En parte porque
se repite, pero más que nada porque siempre es bueno volver a él. Hay que
racionarlo. Acá sus historias están bien aprovechadas por Marco Ferreri, otro
depravado que no le teme al sexo ni a los límites.
Así
seguimos a Ben Gazzara (tremenda presencia), cogiendo, hablando, vagando,
viviendo. Le pasan cosas raras. Tal vez por
ser alcohólico. O porque es capaz de levantarle el vestidito a una niña,
bajarse de un bondi para seguir a una gorda o enamorarse de una prostituta
autodestructiva. Difícil juzgar a un perverso que siente en serio y sabe
expresarlo. ¿Será cierto que en el bajo mundo están las mejores historias? Lo
difícil es bajar a buscarlas. Por eso, cuando alguien que sabe sube a
contarlas, conviene prestarle atención. La verdad es dura y atractiva. Insertar
chiste guaso aquí.